lunes, 9 de marzo de 2009

LOS TRAIDORES NOS SIGUEN ENTREGANDO

NUESTRO PAÍS, NUESTRA RIQUEZA Y...... ¿NUESTRO FUTURO?

La profesora Alicia Jardel, colaboradora del Instituto de Investig'Action de Bélgica está difundiendo una serie de datos muy llamativos que están sucediendo en Argentina desde hace varios años. Se trata de un tema poco difundido en los medios masivos, que por cuya gravedad es importante que se conozca a los fines de presionar sobre las autoridades responsables, que no sólo entregan la tierra sino también el mar. Lo hacen de manera silenciosa y aprovechando nuestras distracciones, que ellos mismos se encargan de difundir y fomentar. Me tomé el atrevimiento de compartirlos, para ayudar a su difusión ya que se trata de nuestro país, nuestra riqueza y nuestro futuro.-
En realidad, es más probable que aparezca en el National Geographic que en nuestra TV abierta o nuestros diarios de grandes tiradas, pero sin embargo casi deberíamos conocerlo. En Punta Tombo, Chubut, donde miles y miles de pingüinos llegan hasta esas playas cercanas a la Península de Valdez, desde hace ya varias temporadas (a estas pequeñas criaturas de 50 cm de alto) les surgió una 'competencia' que está alterando el mapa de las aves patagónicas. Los albatros y las gaviotas se han multiplicado de tal forma en esa geografía nacional que algunos biólogos del CENPAT (Centro de Estudios del Medio Ambiente Patagónico) están estudiando de dónde proviene semejante cantidad de ejemplares alados.-
A lo largo de todo el gigantesco golfo San Jorge y en localidades pesqueras aledañas de Chubut y Santa Cruz, los habitantes del lugar a veces ven oscurecerse el cielo cuando las bandadas terminan literalmente tapando al astro rey y naturalmente la pregunta es ¿De dónde salieron? ¿Por qué son tantos? Y también Usted, con razón se puede preguntar: ¿y esto que tiene que ver con nuestra realidad? Estos gigantes del aire despegan hacia el mar en busca de comida y los científicos dicen que cada día encuentran más y por eso se reproducen tanto, cien veces más que en los cercanos años noventa y ello porque tanto los albatros como las gaviotas encuentran cientos de toneladas de peces muertos muy cerca de la costa. ¿Es contaminación? ¿Un fenómeno natural? No, es simplemente Argentina y vea debido a qué.-
El informe a Jardel dice que el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación , tuvo la desastrosa idea: retirar los inspectores que iban a bordo de los pesqueros y los fresqueros que buscaban langostinos, cambiándolos por meros 'observadores' , que tienen un casi nulo poder de policía en un hecho que coincidió casualmente (o no tanto) con otras dos situaciones desgraciadas: 1º. La Comunidad Económica Europea expulsó de sus mares a los buques congeladores que eran altamente depredadores y que ante la imposibilidad de trabajar en el viejo continente (sobre todo las grandes empresas españolas) emigraron hacia Argentina, donde la depredación es una palabra desconocida, casi sin uso y 2º Las autoridades provinciales de Santa Cruz y Chubut en los noventa completaron el círculo permitiendo a las naves factorías foráneas a tirar (sí, a tirar) por la borda, aquel pescado que no les conviniera.-.
Desde entonces, los buques que buscan langostinos sólo se interesan por esta especie, que cuesta en el mercado internacional 18 dólares el kilo, escuchó bien, casi 60 pesos el kilo y por ello, estarían arrojando al mar la merluza, el cazón, el abadejo, las rayas y hasta el salmón que caen en sus redes. Como la merluza es un predador del langostino, ejemplares de muchísimo kilaje quedan atrapados y son llevados a cubierta y luego arrojados al mar. Peces que viven a 80 o 90 metros bajo la superficie, una vez subidos al barco mueren por la normal diferencia de presión y aunque sean devueltos al océano, ya están muertos. Por eso Ud. No encuentra Merluza de tamaño en las pesquerías ¿lo notó? Ahora bien ¿Quién se come esos pescados muertos? Acertó...los albatros y las gaviotas....
¿Sabe cuántas toneladas de merluza tira al mar cada uno de estos barcos de 40 o 50 metros de eslora? Se pregunta el informe. 10 toneladas diarias, 10.000 kilos por día sólo de merluza (no estamos contando centolla, ni abadejo, ni cazón, ni salmón, ni nada de eso) hay que multiplicarlos por la cantidad de barcos que salen a buscar langostinos. ¿Sabe cuántos son, cada día, sólo en esa zona? Nunca menos de cincuenta. Multiplique, cincuenta barcos, que tiran diez mil kilos de merluza, son medio millón de kilos de pescado arrojados al mar cada vez que sale el sol....
¿Sabe cuántos argentinos podrían comer estos manjares gratis cada día? Un millón de compatriotas, que dejarían de tener hambre, porque medio kilo de excelente pescado es un regalo de los dioses. ¿Sabe cuál es el país que tiene la mejor educación y la tecnología más avanzada del mundo? ¿Sabe cuál es la base de la comida nipona? No es el arroz, como nos hacen creer....es el pescado. ¿Hace falta detallar las virtudes que les traería a nuestros chicos alimentar sus cerebros con fósforo de nuestros mejores ejemplares marinos? Estos números que causan vergüenza fueron denunciados una y otra vez por los marineros no nucleados en el SOMU, el sindicato que dirige el impresentable 'Caballo' Suárez, ese irresponsable titular del gremio marino que se emborrachó en medio de una gira de Cristina Kirchner por Europa, generando un escándalo que motivó que lo sacaran de la delegación...
La oposición a Suárez les ha implorado a los empresarios, a los gobernadores patagónicos y a las autoridades nacionales, que terminen con esta depredación del recurso y que alimenten a la gente pobre, que también existe en el sur de nuestro país. ¿Saben cuál fue la respuesta de los dueños de las pesqueras españolas? Tratan de no contratar personal de a bordo argentino, optando por peruanos y bolivianos que no se quejan de la depredación, porque, total, la plataforma continental no es de ellos y no la sienten como propia. ¿Saben qué contestan el gobierno argentino? Le baja los impuestos a las ganancias para que ganen más y no sigan protestando. Hace pocas semanas, los marineros opositores se abrían rebelado y quemado varias plantas de procesamiento en Puerto Deseado.
Uno de los pedidos, además del salarial, era que dejen de tirar pescados muertos al mar. Los científicos extranjeros que analizan la multiplicación de gaviotas y albatros señalan con resignación: 'La causa de semejante mutación en la población de aves no es otra que la enorme riqueza de los argentinos, casi tan grande como su propia estupidez. ¿No dan ganas de llorar de impotencia?

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