¿NOS QUEJAMOS DE LOS POLÍTICOS?

LA PRONTA DESILUSIÓN DE UNA PROMESA INCUMPLIDA

La situación política y el enfrentamiento causado por los sueldos de los Concejales en Dina Huapi, ha explotado fuertemente y más allá de la denunciada supuesta existencia de campañas u operaciones de prensa en contra de los generadores de esta situación y sobre las que no hay pruebas concretas, no se dan las respuestas necesarias sobre el meollo de la misma: ¿Porqué y en base a qué un sueldo de más de cinco mil pesos a un Concejal? ¿Porqué en las campañas no se habló de ello? O eventualmente ¿No se está dispuesto a atrabajar por un salario menor? Porque incluso se habló de posibles renuncias que ojalá expliciten que se trata de ello y se retorna a la actividad privada.-
Y no hay respuestas porque no hay un fundamento claro. Los sueldos de cualquier poder municipal necesariamente deben tener relación con la capacidad económica de dicho municipio y aquí ni siquiera la conocen aún. Fundarla en complicadas raíces cuadradas de divisiones sujetas a multiplicaciones de un múltiple choice que la justifique, convengamos en que no convence como argumento y por eso el vecino llama a los medios y contacta a los periodistas, elevando su queja ante una situación que no esperaba y no se le había anunciado.-
Dina Huapi es chico, son pocos sus habitantes, se conocen todos y todos tienen muy buena memoria. Saben quién es quién y sobre todo, de lo sucedido y prometido hace sólo pocos meses, cuando la mayoría habló mal de los políticos y de cómo se servían del sistema en lugar de servir al sistema ¿y ahora?
Escribí al otro día de las elecciones que llevaron al poder a todos los involucrados, que una de las razones por las que quienes ganaron lograron los votos con Cobarrubias a la cabeza fue: “(sobre todo para los independientes) la importancia que le dieron a su llaneza, a la experiencia y conocimiento en el manejo cotidiano de la comisión y de las finanzas, ante tantas promesas y elucubraciones que se tiñeron a veces de grandezas que los vecinos interpretaron como falaces promesas que auguraban en la concepción de la gente, gastos, nombramientos, etc. que (sobre todo en aquellos indefinidos hasta último momento) no quisieron apoyar bajo ningún concepto”.-
A esta conclusión llegué luego de haber hablado con varios vecinos y haber recorrido Dina Huapi señalando luego que ”Me traje el convencimiento que la enorme mayoría ni siquiera se detuvo en la ideología o el partidismo de los candidatos”…. Porque me había quedado muy claro que: “En época de crisis y vacas flacas como las que se avizoran, el Intendente electo supo captar con su ausencia de promesas grandilocuentes, el pensamiento mayoritario que advierte que aquello que afecte la economía familiar pasa a tener una importancia preponderante para cualquiera. Y de esta forma se llevó la elección con un 49,9% de los sufragios de una compulsa ejemplar que aunó la voluntad de más del 84% de los empadronados”.-
Podrá señalarse que los concejales también traccionaron, pero es más que evidente que si hubieran ido con otro candidato o se hubieran postulado ellos mismos, seguramente no estarían donde están y agregaba en esa columna que “Su ventaja o puesta en valor es justamente todo lo que le faltó y castigó a los partidos y frentes mayoritarios en sus candidatos y propuestas”…. Oportunidad en que señalé también que “la elección de acompañarlo fue el mayor mérito de la dirigencia del Partido Victoria Popular de Enrique Muena…. sorprendiendo con un resultado que, por lo anterior parece ficticio pero sin dudas es importante”.-
Tan importante me atrevo a decir, que de persistir en la postura (que se deberá traducir al momento de fijar las tasas) van a conocer inmediatamente la opinión de la gente y sabrán cuál será su futuro al término de su gestión, independientemente de lo brillante que juzguen su actuación sancionando Ordenanzas. Y parte de ello es evidente que ya lo están viviendo.-

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